La enfermedad de Alzheimer es una causa de demencia, la principal pero no la única. Tal como la describió Alois Alzheimer, es una enfermedad degenerativa cerebral en la que se pierden neuronas, se produce el acúmulo de una proteína anormal (amiloide) y muestra lesiones características (placas seniles y ovillos neurofibrilares). Es decir, se trata de un enfermedad degenerativa de las células cerebrales —las neuronas— de carácter progresivo y de origen hoy todavía desconocido.
Afecta por igual a personas de cualquier raza, sexo y posición social.
Va produciendo un deterioro en las neuronas que hace que disminuyan las funciones a nivel cognitivo, funciona y social, lo que convierte a las personas que la padecen en personas totalmente dependientes, prácticamente desde el diagnóstico.
Es frecuente a partir de los 65 años, aunque también se da en personas entre los 40 y 65 años, no debe confundirse con un deterioro normal del envejecimiento.
La Enfermedad de Alzheimer y Demencias afines constituyen actualmente en nuestro país el tercer problema sanitario, después de las enfermedades cardiovasculares y el cáncer.
La situación personal que esta enfermedad origina tanto en las personas que la padecen como en sus familias, la falta de un tratamiento eficaz que la cure y su alta incidencia en la sociedad, son factores que nos deben concienciar y sensibilizar a “todos” para potenciar la creación de mecanismos de ayuda hacia este colectivo.
- Pérdida progresiva de la memoria.
- Desorientación espacial, temporal y personal.
- Alteraciones en el lenguaje.
- Alteraciones psíquicas y de la personalidad.
- Cambios de humor y comportamiento.
- Dificultad para reconocer objetos y personas.
- Dificultad para realizar las actividades de la vida diaria.
- Disminución progresiva de las capacidades físicas.
