-No hablarles en tono alto, salvo que tengan problemas de audición. El tono alto es recibido como regaño y agresividad.
-Usar frases sencillas y de fácil comprensión.
-Mirarles directamente a los ojos. Reforzar lo que se dice con el tono y el gesto.
-Si tiene dificultad para encontrar la palabra precisa, ayudarle a encontrarla. Le resultará menos frustrante consigo mismo.
-Evitar comentarios críticos con otras personas sobre la persona con Alzheimer, delante de ella, que no se comunique verbalmente no significa que no entienda lo que le pasa o lo que se dice.
-No hay que tomarse personalmente las palabras extravagantes, insultos o sin sentido, que pueda decir la persona con Alzheimer.
-No discutir ni tratar de razonar. La enfermedad afecta a la memoria y a la capacidad mental de pensar con lógica. Es preferible cambiar el tema o seguirle el hilo.
Tareas y Cuidados para mantener activo a la persona con Alzheimer
- Fomentar el ejercicio físico con actividad física de acuerdo a sus limitaciones y a su deterioro cognitivo. Lo ideal sería andar por lugares conocidos todos los días al menos durante 30 a 60 minutos, preferentemente acompañado. Esta pauta para mantener las capacidades físicas, ayudará al desarrollo diario de las tareas de higiene con el menor esfuerzo y su movilidad futura.
- La lectura de acuerdo con sus capacidades y preferencias (periódico, revista, cuentos, novelas, etc.).
- Fomentar sus aficiones habituales: costura, hobbies, amigos.
- Realizar distracciones y pasatiempos, en un periodo de 30 minutos diarios. Ejemplo: los juegos de cartas simples.
- Otras actividades adecuadas: cuidado de las plantas, la música de su época o trabajos manuales sencillos.
- Responsabilizarle sin agobios de las compras cotidianas especificadas en una lista y ayudarle en las compras extraordinarias como regalos de navidad, cumpleaños, etc.
- Procurar que sigan organizando la casa, ayudándoles en aquello que les pueda resultar más difícil.
- Crear una rutina fija de actividad. Intentar que haga él solo, aunque tarde más tiempo, dichas actividades. Animarle a que lo consiga. Intentar mantener las actividades que tengan o hayan tenido un interés especial durante su vida.
- Proponerle tareas sencillas sin riesgo.
- Planificación de su vida. La rutina es muy importante, será su seguridad y comodidad ya que los cambios le suponen un esfuerzo mental que no van a poder afrontar. Cambios de horario les pueden precipitar a reacciones negativas y desorientación.
- Los viajes a lugares nuevos no son aconsejables, por favorecer a la desorientación.
- Tenerles presentes en situaciones sociales, aunque sean simples observadores.
- Facilitar el contacto con los niños pequeños familiares, ya que les suele agradar.
- Ante la elección de algo (ropa, comida, actividades, aseo…) no hay que obligarle a que sea la persona con Alzheimer quién elija. Es preferible limitar la elección, elegir nosotros por él, preguntándole si está de acuerdo, con ello lo haremos partícipe de la elección.
- Recordarle los principales acontecimientos del día y repetir en voz alta el nombre de las personas con las que se encuentra, incluyendo el del cuidador/a.